Mis impresiones de Bali tras mi luna de miel

bueno, ya hemos vuelto de nuestro viaje a Bali, y me veo con la obligación moral de escribir aquí mis impresiones, ya que yo me serví de las de todos los que por aquí escribís para coger ideas y consejos, y me parece casi obligatorio ayudar yo también a quienes en el futuro quieran viajar a la isla. En primer lugar quiero agradecer su ayuda a Begonia y a Dany, que me aconsejaron mucho y bien.
Nuestro viaje a Bali era de 6 días, llegando un miércoles a las 2 de la tarde y saliendo un lunes a las 4 de la tarde. Era la 2ª parte de nuestra Luna de Miel, que iniciamos en Tailandia durante 7 días. La idea era que fuera la parte relajada, aprovechando playa y buen tiempo, así que nos alojamos en Nusa Dua, en concreto en el hotel Meliá Bali.

Empezaré hablando del hotel, ya que he leído muchas opiniones distintas en los foros. Nusa Dua es un pueblo pequeñito que está claro que creció por y para los resort. El hecho de que los resort estén en un recinto vallado separado del pueblo en sí, lo demuestra. Y también que dentro de la zona de resorts haya una especie de centro comercial al aire libre, el Bali Collection, con restaurantes, tiendas, supermercado, farmacia, etc. en definitiva todo lo necesario para que el turista haga vida dentro de su resort sin salir al exterior. Esto puede parecernos horroroso, como había leído en algunos posts, pero quedarse ahí es decisión de cada uno, y para nosotros no fue un impedimento para que saliéramos a conocer la isla.El hotel Meliá Bali está muy bien. Las zonas comunes, cuidadísimas y diseñadas con mucho gusto. El personal, excelente. Las habitaciones sin embargo no son lo más destacable. Los baños dejan mucho que desear. Por viejos, sobre todo. Cañerías que pierden agua, bañeras altas con grifos que no funcionan correctamente y reguladores de temperatura que funcionan como quieren... es lo único criticable del hotel. Algo leí sobre la humedad, y es cierto, aunque no nos dimos cuenta porque la notáramos en nuestros cuerpos sino porque dejabas el bañador para que se secara, y era imposible. El hotel está además en un sitio ideal, una piscina chulísima y una playa que en marea alta es preciosa: arbolitos, ardillas, agua cristalina...es cierto que con marea baja es impracticable por las piedras y el coral, pero con la marea bastante alta la playa es muy bonita. Lo peor, los vendedores ambulantes. Pero basta con ser amables para quitárselos de encima si a uno no le interesan, y listo.

A pesar de que Bali iba a ser para relax, no somos de cruzar medio mundo para estar en un hotel, así que teníamos previstas algunas visitas: un atardecer en Kuta, un día completo de templos acabando en Jimbaran, y otra visita a Ubud. Así que el día de llegada, y el último completo, los dedicamos a disfrutar de la playa por la mañana, para ponernos morenos, y de la piscina por la tarde, y un día por ejemplo fuimos a cenar al Bali Collection porque está puesto con mucho gusto y cenar no es caro.
La primera visita fue Kuta, una tarde. Pero no mereció la pena. La playa, bonita, y poco más. Mucha tienda de surf y pocas cosas más. No nos gustó.
A Ubud fuimos en último lugar. Pensamos en visita de medio día, saliendo a la 1 y volviendo a las 9 y pico, aprovechando allí para un masaje (gracias Begonia por la reserva) y ver danzas. Total que en lugar de llegar hacia las 2 y poco como nos decían, para hacer los 47km entre el hotel y Ubud, 2 horas y media. Un tráfico horroroso y eso que no era la llamada hora punta. Si lo llega a ser....Desesperante. Total que llegamos justo-justo al Zen Spa a la hora de la reserva. Masaje mandi-lulur, con más estiramientos y cracks de lo pensado pero con un final agradabilísimo gracias al peeling y el baño de flores. De ahí visita a un par de calles, nos parecieron encantadoras, se notaba que Ubud es centro artístico de la isla, tenía un aspecto mucho más autóctono, pero a la vez muy acogedor para el turista sin convertirlo en la típica ciudad turística como las que hay miles iguales en todo el mundo. Teníamos tickets para las Danzas Legong en el palacio real, y merecieron la pena. Un poco largas, pero muy intensas, con bailes diferentes, una música muy bonita y unos trajes muy lucidos.

El día completo de excursión lo dedicamos a visitar templos. Teníamos concertado un guía, del grupo de Riasa. Agustín, en concreto. Habla un español perfecto, y no sólo eso. Parece español (no físicamente) por su conocimientos de España. Música de todo tipo, El Canto del Loco, Despistaos, Mecano, Fito, etc. Nos dio todo tipo de explicaciones sobre Historia de Bali, o detalles del hinduismo, y contestó a todo lo que preguntamos, además de darnos buenos consejos.
Primero fuimos a Tanah Lot (sí, ya sé que recomiendan verlo al atardecer, pero también lo hacen en Uluwatu, y no teníamos tantos atardeceres jejeje y en Uluwatu además hay danzas), un templo muy bonito al que no pudimos acceder por las mareas, aunque supongo que es más bonita la vista desde lejos que estando allí. Estaba lleno de gente y eso que era relativamente pronto. 12.500 rupias la entrada (algo más de 1€). Luego fuimos a Taman Ayun, el templo real, el 2º más importante de la isla. El entorno no es tan bonito, aunque el templo sí lo es por sus numerosos meru. Es una visita corta, y la entrada cuesta 3.000 rupias (0'25€aprox). De ahí fuimos a un sitio que no suele estar en las guías ni visitas organizadas: Gunung Kawi, pero en Gianyar. No es un templo en sí, sino que son las Tumbas Reales. Lo leí en un post, que merecía la pena, y que no lo confundiéramos con el templo de Gunung Kawi cercano a Tempaksiring que está más publicitado. Así que fuimos a éste, el de Gianyar. Y os diré que es el que más nos gustó. Por la originalidad del monumento en sí, esculpidos en las paredes de roca, y por el entorno natural en el que está enclavado: un magnífico bosque semi-selvático, con altísimos cocoteros, ríachuelos muy bonitos y unas terrazas de arrozales impresionantes. Tiene muchas escaleras que bajar (y por supuesto subir a la vuelta, qué cansancio!) pero merece verdaderamente la pena. La entrada cuesta 15.000 rupias, y exigen sarong, que si queréis lo alquilan a la entrada a cambio de donativo. También podéis comprar uno, nosotros lo hicimos, pero no no salió tan barato como pensábamos según algún otro sitio donde lo habíamos leído, eso sí, no pasó de 2'5€. Agustín nos llevó luego a comer a un bar de carretera muy baratito, en el que por supuesto no hubiéramos parado si no fuera porque íbamos con él. Un babiguling muy rico, y gracias a él, con las especias y demás complementos separados uno por uno para que los fuéramos probando por separado.
A la tarde fuimos a Uluwatu. La distancia entre Gunung Kawi y Uluwatu es de 49km y tardamos casi 2 horas!!!! y es que el tráfico es...bufff.

Llegamos a Uluwatu pasadas las 5, y tras pagar las 3.000 rupias de entrada y comprar los tickets para las danzas Kecac (70.000 rupias cada), teníamos el tiempo justo de ver el templo, los monos que andan sueltos por allí (que no fueron tan agresivos como los pintaban ni mucho menos), el acantilado, y poco más porque nos fijamos y a las 17:30 ya se estaba llenando la tribuna para ver las danzas, que empezaban a las 18h. Así que fuimos y cogimos sitio, eso sí, hasta las 18h seguían metiendo gente allí, donde fuera con tal de sacar tajada, incluso limitando muchísimo el espacio para la danza. Es una danza curiosa, sin instrumentos, ya que la música viene del coro de hombres. El atardecer, precioso desde allí. Y el baile interesante, aunque al final, no sabemos si para alargarlo o no, hay unos cuantos guiños a los turistas, gracietas de los protagonistas, algún baile que no tiene que ver con la danza en sí, incluso sacando a algún turista al "escenario" a hacer el chorra, que hizo que aquello al final pareciera más un circo de payasos que una danza tradicional. Fue eso lo que nos decepcionó un poco.
A la salida hay que andar deprisa para no pillar la mega-cola que se forma, y nosotros ya nos quedamos en Jimbaran, para cenar en uno de sus famosos chiringuitos de la playa, sobre la arena. Una mariscada por 280.000 rupias para dos, 23€, a base de langostinos gigantes, almejas gigantes, calamares, un pescado asado, alguna cosa más, además de los complementos y el arroz. Me gustó, pero mi mujer sí comentó que al final todo le supo casi igual porque el marisco ya llevaba alguna especia. Puede ser.

Así que después de este viaje, y comparando con las ideas que llevábamos, hemos extraído distintas conclusiones sobre Bali, y quisiera dar algunas recomendaciones desde mi poco conocimiento:

1)recordad que a la entrada y salida en Bali hay que pagar tasas: 25$ por entrar y 150.000 rupias por salir.

2)moverse por Bali es fácil, porque en cada esquina hay algún lugareño gritando "transport" en cuanto ve occidentales. Fuera de los hoteles sobre todo. Un tipo con su coche con el que negociar precio para que te lleve a un sitio. Lo curioso es que ellos mismos se ofrecen a esperarte allí y traerte de vuelta, aunque eso les suponga tener que pasar allí 3, 5 u 8 horas. A mí me daba coraje y todo verlos esperando. No sé si pagamos demasiado o no, sólo sé que conseguimos regatear hasta casi el 50%. Teníamos folletos de empresas que se dedican a eso y por una excursión de 8 horas cobraban 45$, nosotros pagamos eso por la de Ubud, que fue de una hora más. Y por Kuta, que fueron 5 horas, 14€ aproximadamente. Son gente en la que se puede confiar, verdaderamente.

3)así como encontrar transporte es fácil, como ya he dicho por ahí, el tráfico es horroroso. Lo peor de Bali, lo que más me ha decepcionado porque no me lo esperaba en absoluto. Coches y más coches. Y sobre todo, motos y más motos. Por cada coche, 10 motos. Y como son tantas, aquello es la ley de la moto. En carreteras de doble carril, ellas ocupan uno, y los coches crean dos carriles en el otro. En lugar de intermitente se usa la bocina. Y se hacen zig-zags en cualquier punto en el que haya un poco de sitio. Aquello era...desesperante. Menudas caravanas. Y os lo digo después de haber visto lo que es el tráfico en Bangkok, que también es bastante caótico, pero de otro modo. Comparado con el de Bali, el de Bangkok es ordenado. Así que si planteáis excursiones y visitas, tened en cuenta que perderéis bastante tiempo en carretera, así que empezadlas pronto.

4)la comida me ha encantado. Soy atrevido probando cosas nuevas (no hablo ni voy a hablar de bichos, porque a tanto no llego, pero tampoco he visto que los vendieran). Lo único que decíamos era "con poco picante" y como están acostumbrados, pues no hay problema. Todo lleva alguna especia un poco picante, pero es soportable. Y a veces te ponen al lado en un cuenquito algo de chili, o alguna salsa picante, por si quieres probar. Hemos probado nasi goreng y mie goreng (arroz o tallarines fritos con verduras, y al que añaden un poco de ikan -marisco- o ayam -pollo- ) y nos encantó. También pollo; o babiguling , que es cerdo asado con verduras y arroz; o algo así como ayam borobudur que es un pollo asado también con verduras y arroz; y ayam kecap que es pollo asado con una salsa picante. Y la bebida, Bintang, por supuesto. Aunque la cerveza Bali Hai también estaba rica.

5) en cuanto a los precios, nosotros quizás íbamos mediatizados por los de Thailandia (bajísimos!) y nos han parecido más caros de lo esperado. Hay diferencia con España, pero no tanta como esperábamos. Un botellín de cerveza en un restaurante perfectamente te podía costar 2 euros y pico. La comida, más barata, de media una cena de un plato por persona más bebida nos ha podido salir en torno a 12€, es decir, 6€ por persona. Las compras en tiendas y mercadillos también nos parecieron algo más caras que en Thailandia, pulseras de madera o cuero de media unos 3€. Y el transporte, lo dicho, es producto del regateo con el chófer.

6) merece la pena visitar la isla, nosotros planteamos la 2ª parte del viaje en Bali, pero Bali da para un viaje más largo porque tiene mucho para ver. Y no sólo templos, que además puede ser que todos nos acaben pareciendo iguales y nos cansen. Tuvimos que priorizar unos sobre otros por el tiempo que teníamos. Y aparte de los templos, los balineses destacan mucho la belleza del interior de la isla, y la verdad, si todo el centro es como la zona de Gianyar donde se mezclaban las terrazas de arrozales inmensas con los cocoteros y la selva, tiene que serlo. Nos ha quedado pendiente la visita al volcán Kintamani, o a algunas cataratas. Y por último, la belleza de las playas, esas playas paradisíacas con un agua cristalina y una arena blanca suave. Lo que hay que tener en cuenta es que Bali también es paraíso del surf, asi que el oleaje suele ser fuerte, especialmente en el lado oeste.

7) el clima en temporada seca es magnífico, hace calor y se suda porque también hay humedad, pero la temperatura ronda los 30 grados y se llevan bastante bien. No nos ha caído ni una gota, y sí que destaco que siempre que nos hemos adentrado en el interior de la isla el cielo estaba nublado, quizás sea habitual.

bueno, he soltado aquí un ladrillo importante , pero me parecía como ya he dicho casi una obligación moral después de todas vuestras opiniones de las que yo me he valido para organizar mi viaje. Ahora ya hay más opiniones para los nuevos! terima kasih!

SAMA SAMA Koldo! me alegro un monton que disfrutarais y os gustara Bali!! Gracias por compartir vuestras experiencias,opiniones y sensasiones durante el viaje!!!
Un abrazo desde Ubud